El instante fue uno de los más
ovacionados en el show en el que el argentino, conocido como “El Salmón”, y el del
español Bunbury encendieron los ánimos de los alrededor de 30 mil asistentes,
según cifras de los organizadores, por más de tres horas. El primero con grandes
dosis de rock “bohemio”, el segundo con una energética presentación y que por
un momento convirtió al foro en un paisaje rutilante.

“¡Viva México, Salmones!”

Andrés Calamaro salió primero, tras
la lluvia que cayó al oriente de la ciudad,
 a interpretar temas como “A los Ojos”, “Crímenes
Perfectos”, “Loco”, “Tuyo Siempre”, “Metanfeta” – a dúo con el bajacaliforniano
Juan Cirerol, quien fue el encargado de abrir el escenario para los dos íconos
del rock en español-, y llegó “Mil Horas”, de su época de Los Abuelos de la
Nada.

“¡Viva México, Salmones!, gritó el argentino
para dar pie a “El Salmón, “Output –Input” y “Flaca”, con la que prendió a los
asistentes y en la que agradeció a Enrique Bunbury por compartir una gira que
los llevará por diversas ciudades de la República Mexicana –“de punta a punta y
de costa a costa”, escribió en su sitio web-, seguida de “Paloma”.

Entonces, “Los Chicos” se hizo
presente, tema al que unió un fragmento de “De Música Ligera”, de Soda Stereo, en
lo que fue el primer homenaje de esa noche a Gustavo Cerati, fallecido el
pasado 4 de Septiembre.

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Canciones del “pasado más cercano y más lejano”

Después, arropado por el grito al
unísono de los asistentes, “¡Enri-que, Enri-que, Enri-que!”, Bunbury tomó el
escenario. “Muchas gracias por acompañarnos en esta noche tan especial, mágica
en el Foro Sol”, expresó, tras interpretar “Despierta” y “El Club de los Imposibles”.

Los asistentes, volcados hacia el
otrora líder de Héroes del Silencio, no dejaban de corear su nombre, mientras
el músico español los alentaba recorriendo el escenario. “Tenemos… canciones
del pasado más cercano y más lejano”, detalló, para dar paso a “Más Alto que Nosotros
Sólo el Cielo”, “Ódiame” -de Julio Jaramillo-, “algo del Hellville Deluxe”,
dijo refiriéndose a “Porque Las Cosas Cambian”.

De pronto, llegó “El Extranjero” y
sedujo a la multitud, que con su voz inundó el inmueble; para seguirse de filo con
“Deshacer el Mundo”, de Los Héroes del Silencio; “El Rescate” –tema del álbum
El Viaje a Ninguna Parte-; y ayudó a hilar los temas, uno tras otro: “Los
Habitantes”, “El Hombre Delgado que no Flaqueará Jamás”, “Hay muy poca gente” y
“Que Tengas Suertecita”.

“Los que lleven celulares,
ilumínenos”, solicitó Bunbury; y el paisaje, todavía encapotado, brillo para
dar pie a “De Todo El Mundo”; seguida de “Sí” y “Lady Blue”, con la que se
despidió.

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