* “Sus imágenes no sólo muestran lo que ve, sino también lo que siente”
* La distinción “recompensa no solo mi obra individual, sino el conjunto de los artistas fotográficos de México”, dijo la artista
La fotógrafa mexicana Graciela Iturbide fue galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2025, informó el jurado encargado de su concesión.
Miguel Zugaza Miranda, quien presidió la reunión realizada vía remota, destacó que la artista oriunda de la Ciudad de México, es “dueña de una mirada innovadora y dotada de una extraordinaria profundidad artística.
Agregó que su “lente ha retratado la naturaleza humana a través de la fotografía, (imágenes) cargadas de simbolismo, que crean un mundo propio, desde lo primitivo a lo contemporáneo, desde la crudeza de la realidad social hasta la magia espontánea del instante”.
Su “obra en blanco y negro combina lo documental con un sentido poético de la imagen. A través de su cámara capta la vida cotidiana de México, con una mirada profunda, respetuosa y evocadora. Sus imágenes no sólo muestran lo que ve, sino también lo que siente. Cada fotografía tiene una carga emocional y cultural que nos invita a mirar más allá de lo visible”, concluyó.
Cabe resaltar que el trabajo de la mexicana “muestra, según los expertos, ‘un mundo hipnótico que parece situarse en el umbral entre la realidad más cruda y la gracia de una magia espontánea’”, según el comunicado difundido por la Fundación Princesa de Asturias el pasado 23 de mayo de 2025.
Por su parte, Graciela Iturbide respondió -cinco días después que recibió “con enorme alegría la noticia” de que le fue concedido el galardón “Me honra y me enorgullece y, por ello, siento una profunda gratitud hacia la Familia Real, el jurado del Premio y, en general, hacia España, un país que me es cercano al corazón.
“Este Premio recompensa no solo mi obra individual, sino el conjunto de los artistas fotográficos de México”, fueron las palabras de la artista según lo difundido por la mencionada fundación.
La fotógrafa mexicana, inició sus estudios en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pues tenía la intención de convertirse en directora de cine, empero tras conocer el trabajo del fotógrafo Manuel Álvarez Bravo y de asistir a sus clases fue atraída por esa disciplina. También trabajó como su asistente.
“En 1978 fue comisionada por el Archivo Etnográfico del Instituto Nacional Indigenista de México para documentar la población indígena del país con proyectos en los que fotografió, por ejemplo, a los pueblos seri y de Juchitán. Este último dio lugar al libro ‘Juchitán de las mujeres’ (1989)”.
Después laboró en países como Cuba, Alemania Oriental, India, Madagascar, Hungría, Francia y Estados Unidos.
“Con el tiempo, su gusto por el retrato y la descripción de la naturaleza humana ha ido cambiando en busca de nuevos objetivos como paisajes y objetos encontrados, que su mirada dota de una visión trascendental a través del uso característico del blanco y negro”.
La fotografía para ella, según sus propias palabras, es “‘un ritual. Salir con la cámara, observar, fotografías los aspectos más mitológicos de las personas, luego ir a la oscuridad, desarrollarse, seleccionar las imágenes más simbólicas’”.
Iturbide ha protagonizado exposiciones individuales en algunos de los centros e instituciones artísticas, entre ellos el Centro Pompidou de París; en tanto que su obra ha quedado reflejada en varios libros como Graciela Iturbide: La forma y la memoria (1996), con textos de Carlos Monsiváis; Pájaros (2002), con textos de José Luis Rivas y Bruce Wagner, entre otros, como el titulado Avándaro (1971), con textos de Luis Carrión.
La obra de Iturbide sobre este festival también aparece en el libro Yo Estuve en Avándaro (2016), en el que la artista da cuenta de que “fue a Avándaro con la idea de fotografiar la carrera de autos”, aunque esta no realizó, según declaró en entrevista con Entertainment SG el economista Federico Rubli, autor de la crónica del evento musical que también es parte de ese volumen.
La fotógrafa mexicana ha recibido numerosos galardones a lo largo de su trayectoria, al que se suma el Premio Princesa de Asturias, cuya ceremonia de entrega se realizará en el mes de octubre. Este reconocimiento consiste en una escultura de Joan Miró -símbolo representativo-, un diploma acreditativo, una insignia y la cantidad de 50 mil euros.
Las celebración a “su mirada única”
En México, diversas instituciones y centros de arte felicitaron a la fotógrafa, entre ellos la Secretaría de Cultura, quien destacó que este galardón “celebra una trayectoria fiel al asombro, al silencio y a la dignidad de quienes habitan sus imágenes, buscando no lo espectacular, sino lo verdadero”.
En tanto, la Secretaría de cultura en la Ciudad de México celebró el reconocimiento “a una artista cuya lente ha contribuido de manera excepcional al arte contemporáneo y a la proyección cultural de nuestro país en el mundo. ¡Felicidades, Graciela Iturbide! Enhorabuena.
El Museo del Palacio de Bellas Artes celebró la “mirada única” de la artista de la lente, a quien citó: ““Mi cámara es un instrumento de conocimiento. De esta manera, he aprendido de los pueblos originarios que he visitado, aquí en México, y caminando por el mundo; fotografiar es un pretexto para conocer el mundo, salir de mí, buscarme en los otros.”
El Museo Frida Kahlo, tras felicitarla, destacó que “su mirada íntima sobre los objetos personales de Frida Kahlo —capturados en la Casa Azul en 2005— reveló una Frida profunda, humana y luminosa. Gracias, Graciela, por transformar la memoria en arte.
Por su parte, la representación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Oaxaca, mencionó el reconocimiento a la fotógrafa, al recordar que Iturbide “tuvo gran relación con el pintor juchiteco Francisco Toledo, quien la invitó a conocer el istmo, lugar donde tomaría una de sus fotos más emblemáticas ‘Nuestra señora de las iguanas’ un retrato de Zobeida Díaz, mujer juchiteca vendedora de iguanas quién con gusto posó para el lente”.
El Centro de la Imagen felicitó a la artista por el galardón; al igual que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en donde estudió en el entonces CUEC, hoy Escuela Nacional de Artes Cinematográficas; en tanto que Cultura UNAM celebró a la “taxidermista de luminosos instantes, cuyo trabajo se ha distinguido por su fuerza visual, intuición y belleza”.
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