Fuegos artificiales sirvieron de preámbulo para la celebración de los argentinos, quienes esta vez denominaron su gira “El ritmo de la Luz”, en cuyo repertorio destacó su álbum “Los Fabulosos Calavera” -editado en 1997-, con temas como “El Muerto”, “Il Pajarito”, “Sabato” y “Piazzolla” –las dos últimas canciones en honor al autor de “Sobre Héroes y Tumbas” y al compositor y músico de tango, respectivamente-, los cuales fueron aderezados en estas dos fechas por los trazos en vivo del diseñador Dr. Alderete.

El grupo retomó el disco que lo hizo acreedor al Premio Grammy en 1998 -considerado por muchos como su material más experimental- para dar forma a un show que alternó con sus grandes clásicos, en los que las voces de los 50 mil asistentes al primer show -según datos de la empresa promotora- y un número similar en la segunda, se unieron a la de Vicentico.


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Carnaval toda la vida…
Atrás habían quedado las actuaciones de Nana Pancha, Boom Boom Kid y Los Straitjackets, quienes dejaron listo el ambiente para los argentinos; pues apenas sonaron los primeros acordes del tema “Yo No Me Sentaría En Tu Mesa” la temperatura se elevó, mientras que “La Luz del Ritmo” dio pie al baile desenfadado en ambas presentaciones, en las que la banda se mostró relajada, como quien está en casa, como aquel que vuelve a reencontrarse con antiguas amistades.

“¡Hola, hola! Amigos, amigas, buenísimo es el honor y el placer de estar hoy, de nuevo, frente a ustedes”, dijo el vocalista en el segundo show en una de las escasas interacciones que tuvo con el público; pues Los Fabulosos Cadillacs no requieren más que la música para conectar con sus seguidores.

Los clásicos “Demasiada presión”, “El Aguijón”, “Los Condenaditos”, “Cuando Suba La Marea” y “Gallo Rojo” ayudaron a Sergio Rotman, Flavio Cianciarulo, Mario Siperman, Fernando Ricciardi, Daniel Lozano y Vicentico, acompañados de Big Papu, a llevar a sus fanáticos a la euforia, mientras seis pantallas, una para cada músico, daban cuenta de sus movimientos, incluidos los recorridos del escenario, en patineta, del Sr. Flavio o el balanceo de caderas del vocalista.

Después fue el turno de “Calaveras y Diablitos” y su primer invitado, Roco Pachukote, subió al escenario. Minutos más tarde apareció Rubén Albarrán para interpretar al lado de Vicentico -y el segundo día también con Mimí Maura- “Vasos Vacíos”, lo que hizo estallar de júbilo el Foro Sol.


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Entonces, los clásicos se siguieron al hilo -“Padre Nuestro”, “Saco Azul”, “El León Santillán”, “Carnaval Toda la Vida”, “Carmela”, “Mal Bicho”canción en la que Vicentico pidió a la audiencia guardar silencio, para que después “podamos desatar la tormenta más grande que hayamos vivido”, dijo, lo que ocurrió con un grito de rechazo “a la guerra, a la violencia y a la injusticia”-, luego llegó “Matador” y el ambiente ya era el de una fiesta, de aquellas que se arman de manera espontánea.

“Carnaval toda la vida || y una noche junto a vos”, cantan Los Cadillacs a sus seguidores, quienes les siguen de manera apasionada y a los que los breves minutos que desapareció la banda del entarimado para después regresar a interpretar “Let’s Lynch The Landlord”, “Guns Of Brixton”, “Siguiendo la Luna”, “El Satánico Dr. Cadillac” y “Mi Novia Se Cayó En Un Pozo” -esta sólo en la segunda fecha- les sirvió para incrementar la adrenalina y continuar cantando y bailando el coro de “Yo No Me Sentaría En Tu Mesa” –tema con el que concluyó el show- hasta mucho después de haber iniciado el éxodo a casa. En tanto, el grupo, en voz de Vicentico, se despidió de ellos por esta ocasión: “Hasta siempre!”, gritó. 

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Twitter: @enterteinment

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