📚 Librívoros de Película… | El Caballero Ladrón

Por Alejandro Trejo Martínez

Un legado de 18 novelas, 39 relatos cortos y 5 obras de teatro convierten a Arsenio Lupin en un personaje famoso. Apareció por primera vez a inicios del Siglo XX, de manera más específica en 1905, año en que se conoció sobre El arresto de Arsenio Lupin.

Este caballero, que sólo opera en castillos y en salones, osó salir de una casa lujosa sin botín alguno, pero dejó una nota: “Arséne Lupin, ladrón de alta categoría, volverá cuando sean auténticos los muebles”, la cual demuestra su ingeniosidad, así como su burlona e irónica actitud, que lo hace un personaje muy gustado.

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Desde la adolescencia me volví fanático de la literatura policiaca. De allí pasé a la novela negra, a las historias de crimen, el hard boiled. Como muchos, inicié con Sherlock Holmes, el detective por excelencia, un personaje creado por el nacido en Edimburgo, Escocia, Arthur Conan Doyle.

Me fascinaba como resolvía los casos y como me mantenía, página tras página, en una lectura ininterrumpida, con el único objetivo de descubrir cómo llegaba a la solución de sus casos, con detalles y situaciones que parecían de lo más sencillas pero, al mismo tiempo, de lo más complicadas de pensar como lector.

Mi primer libro de este inteligente y perspicaz detective fue El sabueso de los Baskerville, y fue un shock al saber de la “bestia” que fue el sabueso y que avivaba la maldición de la familia Baskerville y las muertes de sus integrantes.

Estas historias comenzaron a hacerse comunes en mi lectura; y fue, cuando cursaba el bachillerato, que en la pequeña biblioteca -que abarcaba en aquellos años dos aulas de clases en la Preparatoria número 7-pude conseguir otras obras de Conan Doyle. Esa búsqueda me llevó a descubrir un libro que, en ese momento, percibí como peculiar. Su título era Arséne Lupin contra Herlock Sholmes, de Maurice Leblanc.

Portada de Arsenio Lupin contra Herlock Sholmes, tomada de www.elsotano.com

A primera viste leí “Serlock Holmes”. Cuando tomé el ejemplar para hojearlo, me percaté del juego de palabra, pero en ese momento consideré que había sido mal escrito. Abrí el libro de tapa dura color café. Leí las primeras páginas, salté a unas intermedias y al pasar a la última me encontré con la breve biografía del autor, que indicaba que Arséne Lupin era un personaje inventado por Maurice Leblanc, un escritor francés que creó a un Ladrón de guante blanco, culto y seductor que robaba a los malos. Pensé en un Robin Hood citadino, pero al llegar a la última línea: “para muchos las aventuras de Arséne Lupin son la versión francesa de Sherlock Holmes”, quedé asombrado, me impulsó a solicitar el libro y dejar a un lado al detective inglés para dar paso a la némesis: el Caballero Ladrón.

Arséne Lupin, o Arsenio para aquellos lectores que les tocaron las traducciones antiguas, es un personaje que demuestra diversos talentos, entre los cuales está la habilidad de camuflarse y disfrazarse, usando maquillajes, para hacerse pasar por diferentes personas.

Es un deportista experto en lucha, boxeo y artes marciales, sabe latín y griego y su sagacidad le ayuda a resolver situaciones y entresijos con gran pericia. Sin embargo, todas sus habilidades e inteligencia las canaliza para operar del lado “incorrecto” de la ley, pues es un ladrón, que vence a personajes malvados, peores que él mismo. Un Cirano de los bajos fondos como lo nominaría Sartre.

La primera obra que leí de Maurice Leblanc y su Arsenio Lupin me llevó a entender al astuto e inteligente ladrón como el antagonista de Sherlock Holmes (Herlock Sholmes), quienes se enfrascan en el duelo del mejor detective de la historia y el ladrón más brillante.

Póster de la serie ‘Lupin’ que transmite Netflix. Imagen tomada de la plataforma de TV por Internet

Un libro que me abrió camino para ser un fanático de las historias del Caballero Ladrón, las cuales, sin duda, despiertan la necesidad de invertir el tiempo bajo la incertidumbre de saber cuál será su desenlace.

La vasta literatura en la que el Ladrón galante es el protagonista principal, también ha inspirado al séptimo arte para generar diversas cintas sobre este particular personaje. Entre ellas destacan Las aventuras de Ars’ene Lupin, de 1956; Arséne Lupin de 2005, así como una serie en la plataforma Netflix, que nos presenta a un Caballero Ladrón contemporáneo, quien sigue los pasos del Arséne Lupin, el personaje.

En esta serie se pueden encontrar diferentes capítulos de las historias de Maurice Leblanc, donde el ladrón Assane Diop se propone vengar a su padre de las injusticias sufridas por una familia adinerada y se vale de las aptitudes y talentos que desarrolló en su vida, imitando y admirando a Arséne Lupin.

Para este final de año, ver Lupin o leer las historias del Caballero Ladrón son un elegante robo de atención por parte del autor Maurice Marie Emilie Leblanc, de quien se celebraron 158 años de su nacimiento este 11 de diciembre.